Reci…. qué?

RECICLAR. Aunque parezca mentira muchas personas no saben qué es esto de reciclar. No hay semana en la que no me indigne paseando por la calle o simplemente al hacer la compra. (Reconozco que alguna sorpresa agradable también me llevo)

La semana pasada sin ir más lejos el portal de al lado de mi casa amaneció lleno de trastos arrojados al lado del contenedor de basura orgánica: muebles rotos, adornos navideños, cajas de ropa…. ¿es que la gente no sabe que hay un punto limpio? ¿es que no distingue entre los distintos tipos de contenedor? Al final lo barrieron los del camión de la basura, no sin antes acordarse del responsable de aquella barbarie contra el civismo más básico.

Y lo de la compra lo digo porque hay tenderos que todavía no entienden que no se necesita una bolsa para cada cosa, puedo meter en la misma una pera, dos manzanas y tres melocotones y no van a sufrir una mutación orgánica. Por más que lo pido no lo entienden y tengo que escuchar tonterías del tipo ¿qué vas de ecologista? ¡otras cosas contaminan más!

Pues mira si, otras cosas contaminan más pero desde luego que si cada uno no pone de su parte pronto no tendremos nada que contaminar.

La próxima bolsa de  más, perderá un cliente.

De momento he conseguido que no me den bandejas de poliespán. ¡lo mío me costó!

Esta mañana leo en el periódico un reportaje muy interesante  titulado Negocio redondo: agua y en botella Os lo recomiendo, sobre todo no os perdáis la página de  The story the stuff.

Este reportaje, además, me ha recordado otro publicado el pasado fin de semana en el suplemento El Semanal sobre el cementerio tecnológico, por llamarle de alguna manera, de Agbogbloshie, en Ghana. ¡Hay que ver cómo noevoluciona el mundo y qué poco aprendemos de los errores del pasado! Todos somos responsables de este tipo de actuaciones y no podemos quedarnos a mirar como si nada pasara.

Con mi móvil y con el tuyo estamos contribuyendo a la guerra por el control del coltán en la República del Congo, Uganda,  Ruanda y Etiopía donde se habla de más de 5 millones de muertos, mujeres violadas, niños esclavizados, desastres medioambientales irreparables. Un precio no muy alto para los millones de beneficios de la industria de los móviles, consolas y ordenadores. Para sus fabricantes, distribuidores, consumidores….¡Al menos acabada su vida útil regresan al continente africano! Qué paradoja.

Y qué podemos hacer, pues conocer qué compramos y actuar en consecuencia. Creo que podemos entre todos ayudar un poco a este planeta y denunciar las injusticias.

• Consume lo que necesites
• Compra productos de temporada, ¿qué necesidad hay de comprar cerezas en diciembre? Las del Valle del Jerte llegan unos meses después y están buenísimas. (Si vives en España, claro)
• Ahorra energía.
• Utiliza transporte público.
• Interésate por los comportamientos responsables de las empresas, ¡ahí está una diferencia importante hoy en día! Ellas lo saben y gracias a la comunicación 2.0 los ciudadanos están ganando protagonismo y transformando el modo en el que las empresas se comunican. En la bidireccionalidad está la clave.
• Entérate si  la empresa responsable de ese producto que quieres tiene un Sistema de Gestión Ambiental (EMAS o ISO-14001) certificado por una entidad acreditada.

Y si quieres agua…. seguro que la del grifo está estupenda. Sino mejor será luchar para que la red esté saneada y el agua sea apta para el consumo. Y ya que en este caso vas a beber agua embotellada, ¿qué tan en botella de cristal?